Exceso y deficiencia de vitaminas: impactos en la salud
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Las vitaminas son nutrientes esenciales para el correcto funcionamiento del cuerpo humano, ya que contribuyen a la producción de energía, la regulación del sistema inmunitario, el mantenimiento de la salud ósea, la protección contra el estrés oxidativo, entre otras funciones.
Aunque las vitaminas son necesarias en pequeñas cantidades , tanto su deficiencia como su exceso pueden tener consecuencias significativas para la salud.
La deficiencia de vitaminas continúa siendo un problema mundial, y estas deficiencias se asocian con complicaciones de salud. Por otro lado, el exceso de vitaminas, a menudo impulsado por la popularización de la suplementación sin control clínico, también supone riesgos importantes. Comprender estos dos extremos es fundamental para garantizar un equilibrio nutricional.
Deficiencia vitamínica: Avitaminosis
La deficiencia de vitaminas afecta a diferentes poblaciones a diversas edades , teniendo además varias consecuencias, como se describe a continuación.
Vitamina A: Las deficiencias están asociadas con cambios visuales, inmunosupresión y mayor riesgo de morbilidad y mortalidad infantil en los países en desarrollo ( 1 ) .
Fuentes alimenticias : hígado, zanahorias, batatas, calabaza, espinacas.
Vitamina B: La deficiencia de B12 está relacionada con la anemia megaloblástica y los trastornos neurológicos; la falta de B6 puede causar neuropatías y convulsiones en casos graves ( 2,3 ) .
Alimentos ricos en B12: carne, pescado, mariscos, huevos, leche y productos lácteos.
Fuentes alimenticias de B6 : pollo, plátanos, patatas, garbanzos, frutos secos.
Vitamina C: Su ausencia prolongada causa escorbuto, caracterizado por sangrado de las encías, debilidad y retraso en la cicatrización ( 4 ) .
Fuentes alimenticias : naranja, kiwi, fresa, pimiento rojo, brócoli.
Vitamina D: Los niveles bajos están relacionados con raquitismo en niños, osteomalacia en adultos y un mayor riesgo de osteoporosis ( 5,6 ) .
Fuentes alimenticias : salmón, sardinas, yemas de huevo, hígado; además de la síntesis cutánea por exposición al sol.
Vitamina K: La deficiencia puede comprometer la coagulación sanguínea, aumentando el riesgo de hemorragias , especialmente en los recién nacidos ( 7 ) .
Fuentes alimenticias : col rizada, espinacas, brócoli, perejil, aceites vegetales.
Exceso de vitaminas: Hipervitaminosis
Contrariamente a la creencia popular, el exceso de vitaminas, especialmente las liposolubles (A, D, E y K), puede ser perjudicial.
Vitamina A: En exceso, puede provocar hepatotoxicidad, cambios óseos y es teratogénica en mujeres embarazadas ( 8 ) .
Vitamina D: La intoxicación provoca hipercalcemia, que puede progresar a insuficiencia renal y calcificaciones tisulares ( 9,10 ) .
Vitamina E: Las megadosis aumentan el riesgo de hemorragia y pueden interferir con la acción de los anticoagulantes ( 11 ) .
Vitamina K: Aunque es raro, la suplementación excesiva puede afectar la coagulación e interactuar con medicamentos como la warfarina ( 12 ) .
Vitaminas B: la B6 puede causar neuropatía sensorial irreversible; la niacina (B3) puede inducir hepatotoxicidad ( 13,14 ) .
Recomendaciones
Según la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), existen valores de ingesta de referencia. y niveles máximos tolerables definidos para diferentes poblaciones. El mayor riesgo surge cuando la ingesta excede estos límites de forma crónica o cuando existen condiciones clínicas específicas que aumentan la vulnerabilidad ( 15 ) .
La suplementación siempre debe evaluarse individualmente, considerando la edad, el estado fisiológico (embarazo, lactancia), la dieta habitual y los factores clínicos. En poblaciones con riesgo de deficiencia comprobada, la suplementación es esencial (como en el caso de la vitamina D en lactantes o personas mayores). Sin embargo, la suplementación indiscriminada puede conllevar más riesgos que beneficios ( 5,16 ) .
Conclusión
Mantener el equilibrio es fundamental cuando hablamos de vitaminas, ya que tanto la deficiencia como el exceso pueden conllevar importantes riesgos para la salud. La forma más segura de lograr este equilibrio es mediante una dieta variada y equilibrada, complementada con suplementos solo cuando lo recomienden profesionales de la salud y siempre con base en evidencia científica. Además, la exposición solar moderada contribuye a alcanzar niveles adecuados de vitamina D.
Por regla general, una dieta equilibrada ya cubre la mayoría de las necesidades nutricionales, siendo la suplementación una herramienta de apoyo en situaciones específicas y no un sustituto de una alimentación saludable.
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Bibliografía :
1-Organización Mundial de la Salud. Prevalencia mundial de la deficiencia de vitamina A en poblaciones en riesgo 1995–2005. OMS; 2009.
2-O'Leary F, Samman S. Vitamina B12 en la salud y la enfermedad. Nutrients . 2010; 2(3):299–316.
3-Panel de la EFSA sobre Nutrición, Nuevos Alimentos y Alérgenos Alimentarios (NDA). Dictamen científico sobre los niveles máximos de ingesta tolerable de vitamina B6. EFSA J. 2023; 21(8):7970.
4-Maggini S, Wenzlaff S, Hornig D. Papel esencial de la vitamina C y el zinc en la inmunidad y la salud infantil. J Int Medicina Res . 2010; 38(2):386–414.
5-Jolliffe DA, Greenberg L, Hooper RL, Griffiths CJ, Camargo CA, Kerley CP, et al. Suplementación con vitamina D para prevenir infecciones respiratorias agudas: una revisión sistemática y un metaanálisis de datos agrupados. Lancet Respir Med. 2021; 9(3):276–292.
6-Coussens AK, Martineau AR. Deficiencia de vitamina D y su papel en la tuberculosis. Thorax. 2014; 69(7):590–591.
7-Shearer MJ, Fu X, Booth SL. Nutrición K, metabolismo y requerimientos: conceptos actuales e investigación futura. Adv Nutr . 2012; 3(2):182–195.
8-Penniston KL, Tanumihardjo SA. Los efectos tóxicos agudos y crónicos de la vitamina A. Am J Clin Nutr . 2006; 83(2):191–201.
9-Vieth R. Toxicidad de la vitamina D, política y ciencia. J Bone Miner Res . 2007; 22(S2 ):V 64–V68.
10-Shahriar A, Rezaie S, Razzaghi MR. Intoxicación por vitamina D: hallazgos clínicos, diagnóstico y tratamiento. Curr Clínica Pharmacol . 2022; 17(2):139–145.
11-Miller ER, Pastor- Barriuso R, Dalal D, Riemersma RA, Appel LJ, Guallar E. Metaanálisis: La suplementación con altas dosis de vitamina E puede aumentar la mortalidad por todas las causas. Ann Interno Med . 2005; 142(1):37–46.
12-Suttie JW. La vitamina K en la salud y la enfermedad. CRC Press ; 2009.
13-Parry GJ, Bredesen DE. Neuropatía sensorial con dosis bajas de piridoxina. Neurología . 1985; 35(10):1466–1468.
14-McKenney JM. Niacina para la dislipidemia : consideraciones en la selección del producto. Am J Health Sistema Farmacia . 2003; 60(10):995–1005.
15. Panel de la EFSA sobre Nutrición, Nuevos Alimentos y Alérgenos Alimentarios (NDA). Valores de referencia dietéticos de vitaminas para todas las poblaciones. EFSA J. 2024; 22(3):9052.
16-Zhou C, Xu Y, Wu J, Xu G, Fan M, Huang J. Efectos comparativos de los regímenes de suplementación con vitamina D en lactantes: una revisión sistemática y un metaanálisis en red. Br J Nutr . 2021; 125(5):531–541.
Autor
Sofía Silva 5784N