Nutrición infantil y neurodesarrollo
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La nutrición juega un papel esencial en el desarrollo cerebral y cognitivo de los niños, especialmente en los primeros años de vida, cuando el cerebro está formando su estructura básica.
Una nutrición inadecuada durante este periodo puede tener consecuencias irreversibles para su hijo, afectando su rendimiento escolar, sus habilidades cognitivas y su salud mental a largo plazo. En este artículo, exploraremos qué nutrientes son más importantes para el neurodesarrollo en los primeros años de vida y su relevancia en los diferentes aspectos de este desarrollo.
Ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga (PUFA)
Seguramente has oído hablar de los ácidos grasos Omega-3 y Omega-6. Se trata de ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga, cruciales para el desarrollo del sistema nervioso central de tu hijo y que contribuyen a la mielinización de las células nerviosas del cerebro, un proceso de "aislamiento" de las neuronas en nuestro cerebro.
El cerebro y los nervios utilizan células llamadas neuronas para enviar y recibir mensajes, como si fueran cables eléctricos. Para que estos mensajes se transmitan de forma rápida y eficiente, las neuronas necesitan una capa protectora a su alrededor llamada mielina. Por esta razón, estos nutrientes son indispensables para la transmisión eficaz de información en el cerebro.<sup> 1,3,4 </sup>
El ácido docosahexaenoico (DHA), presente en pescados grasos como el salmón, la caballa y las sardinas, y en frutos secos como las nueces, las almendras y los anacardos, es fundamental para el desarrollo de la corteza prefrontal infantil, que regula funciones como la atención, el control de los impulsos y la memoria. Diversos estudios sugieren que una ingesta adecuada de este tipo de ácidos grasos durante el embarazo y la infancia se asocia con mejores resultados cognitivos. <sup>1,3,4 </sup>
Minerales: Hierro, Zinc y Yodo
Entre los minerales esenciales para el desarrollo cerebral, destacan el hierro, el zinc y el yodo. El hierro es fundamental para la producción de neurotransmisores como la dopamina y la serotonina, así como para la mielinización de las células nerviosas. Además, es esencial para la producción de energía, el transporte de oxígeno y la síntesis de ADN. Su deficiencia, común en muchas poblaciones, puede comprometer el desarrollo psicomotor y cognitivo.<sup> 1,3,6 </sup>
El zinc participa en la neurogénesis, la sinaptogénesis y la regulación de la transmisión nerviosa. <sup>6 </sup> La neurogénesis es la formación de nuevas células cerebrales, mientras que la sinaptogénesis ocurre cuando estas células forman conexiones para comunicarse entre sí. La regulación de la transmisión nerviosa es el proceso de envío de señales entre estas células para indicar al cuerpo qué hacer, cuándo y cómo moverse, pensar o incluso recordar algo. <sup>1</sup>
Los estudios demuestran que la deficiencia de este mineral durante el embarazo y la primera infancia se asocia con retrasos en el desarrollo, como dificultades de aprendizaje, falta de atención, lapsos de memoria y cambios de humor. Este mineral se encuentra en los siguientes alimentos: carne o pescado, legumbres (como frijoles y lentejas), productos lácteos y cereales integrales.
Por otro lado, el yodo es esencial para la producción de hormonas tiroideas, que influyen en la diferenciación de las células cerebrales y la mielinización. Una deficiencia grave de yodo se asocia con problemas cognitivos significativos y alteraciones en el desarrollo infantil<sup> 1 </sup>, especialmente en el coeficiente intelectual y las habilidades de lectura. <sup>6</sup> Para una dieta rica en yodo, se recomienda ofrecer a los niños pescado, marisco, productos lácteos y huevos.
Proteína
La proteína es otro componente vital en la nutrición infantil, ya que proporciona aminoácidos esenciales como el triptófano y la tirosina. Estos aminoácidos son precursores de los neurotransmisores serotonina y dopamina, que regulan funciones cerebrales esenciales, incluyendo el estado de ánimo, la atención y el aprendizaje.
Los estudios demuestran que los niños que siguen dietas con un aporte proteico equilibrado presentan mejores resultados cognitivos a largo plazo, lo que subraya la importancia de una ingesta adecuada de proteínas durante la infancia. 1.2 Algunos ejemplos de fuentes de proteínas muy prácticas para integrar en la dieta de su hijo son: huevos, carnes magras, pescado y productos lácteos como el queso.
Eje intestino-cerebro
El eje intestino-cerebro es un componente esencial en el desarrollo cognitivo y emocional del niño. La microbiota intestinal, compuesta por miles de millones de microorganismos, se comunica con el cerebro a través de vías nerviosas y metabólicas, influyendo en el desarrollo del sistema nervioso.
Los estudios demuestran que los probióticos y prebióticos tienen el potencial de mejorar el desarrollo cognitivo y emocional al regular la microbiota y reducir la inflamación.
Los probióticos son microorganismos vivos, como bacterias y levaduras, que al consumirse en cantidades adecuadas ayudan a equilibrar la microbiota intestinal y a mejorar la salud digestiva. Se encuentran en alimentos fermentados como el yogur natural, el kéfir, el tempeh y la kombucha.
Por otro lado, los prebióticos, como las frutas, verduras, cereales y legumbres enteras, son fibras solubles que nuestro cuerpo no puede digerir y sirven de alimento para las bacterias beneficiosas del intestino. Al incorporar estos alimentos a la dieta de su hijo, fortalecerá su salud intestinal, apoyará su sistema inmunitario y contribuirá a un neurodesarrollo saludable. 1.5
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En resumen, la nutrición juega un papel esencial e innegable en el neurodesarrollo infantil, especialmente durante los primeros años de vida, cuando el cerebro se está desarrollando, creciendo y "aprendiendo".
Garantizar una ingesta adecuada de nutrientes como ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga, minerales (hierro, zinc y yodo), proteínas y alimentos que promueven una microbiota saludable es crucial para optimizar el desarrollo cognitivo, emocional y físico de su hijo.
En este contexto, dentro de nuestro catálogo disponemos de varias opciones para niños, incluyendo frutos secos, algunos solos, en combinaciones saladas o en barritas de frutos secos, así como opciones de fuentes de proteínas, bolas de proteínas y barritas de proteínas.
En resumen, al priorizar una dieta equilibrada y variada, estás invirtiendo en el neurodesarrollo, el bienestar general y la salud futura de tu hijo. Al fin y al cabo, los primeros años de vida representan una oportunidad única para sentar las bases de su desarrollo.
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Autor:
Matilde De Carvalho (CP.5756N)